Lo que siempre permanece es el cambio. En este caso, tras muchas vueltas, este rinconcito del balcón se rearmó a partir de objetos encontrados en la calle o reciclados.
La base: cajon de madera (tipo cómoda) hallado en la calle, maderas de pallet, cajas de videocassettes y libros antiguos. Sobre ésta, se reunieron objetos de origen diverso tales como latas recicladas (pintadas con acrílico o latex), bazar en desuso (encontrados en la calle, rotos), jarros de chapa enlozada, y macetitas de souvenir pintadas. La coherencia fue dada por el color celeste turquesa (de neto corte vintage) con el que se pintaron un par de objetos y las maderas, con un toque de desprolijidad (tienen una mano de barniz al agua para proteger). Se eligió una combinación con magenta, en objetos y aun en las flores. Se completó con un par de objetos retro, colgados en broches de madera pegados con adhesivo a los ladrillos. Se completó con un cuadro bien clásico que tapa un poco lo simple de la base del cajón de madera.
La base: cajon de madera (tipo cómoda) hallado en la calle, maderas de pallet, cajas de videocassettes y libros antiguos. Sobre ésta, se reunieron objetos de origen diverso tales como latas recicladas (pintadas con acrílico o latex), bazar en desuso (encontrados en la calle, rotos), jarros de chapa enlozada, y macetitas de souvenir pintadas. La coherencia fue dada por el color celeste turquesa (de neto corte vintage) con el que se pintaron un par de objetos y las maderas, con un toque de desprolijidad (tienen una mano de barniz al agua para proteger). Se eligió una combinación con magenta, en objetos y aun en las flores. Se completó con un par de objetos retro, colgados en broches de madera pegados con adhesivo a los ladrillos. Se completó con un cuadro bien clásico que tapa un poco lo simple de la base del cajón de madera.
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